Las latas son un ícono de la vida moderna y agitada, generalmente contienen alimentos o bebidas que puedan transportarse fácilmente, sin mayores cuidados ya que no se quiebran como el vidrio, usualmente son fáciles de abrir, pero aún cuando el vino tiene mucho tiempo con nosotros, sigue siendo raro ver vinos enlatados, por lo menos aún lo es en México.
Por eso hoy hablaremos de ellos, para conocer todo lo que tienen de positivo y de negativo y así puedas, la próxima vez que los veas, decidir si los compras o no.
Los pros de los vinos enlatados
El conocimiento y deleite de los vinos suele tener un arraigo cultural y tradicional muy importante, generalmente su protocolo considera que sea embotellado en vidrio, es por eso que en muchos países , con una fuerte cultura vinícola, algunos lo consideran un gran tabú, pero vamos a ver objetivamente si tienen algún efecto positivo:
Reciclaje: El aluminio es de fácil reutilización, esta es una de las ventajas que ofrecen los vinos enlatados para aquellas personas que están en un estilo de vida de gran compromiso con el medio ambiente. Entonces las personas que quieren que la huella ecológica de los productos que consumen sean mínimos pues esta opción les va genial.
Variedad de tamaños: los vinos embotellados tienen una oferta generalmente de 750 ml, claro que hay presentaciones de menor volumen pero son las menos; mientras que los vinos enlatados ofrecen mayor variedad en tamaños, lo que permite, por ejemplo que al momento de compartir con otra persona uno pueda comprar vino blanco y otro tinto. También cuando quieres degustar solo una copa y no comprar una botella completa es una opción ideal. ( #MeUrgeUnCoravin )
Practicidad: aunque el vino sea una bebida que no tiene que remitirse a un momento específico ya que es ideal para acompañar cualquier ocasión, a veces hay situaciones en los que una botella de vino puede complicar las cosas, es en estos momentos donde puede ser sumamente práctico recurrir a los vinos enlatados: en la playa, en la piscina, en un picnic, donde desees.
Almacenamiento: el almacenamiento de los vinos enlatados es mucho menos exigente que de los embotellados.
Conservación: en los vinos enlatados puede controlarse verdaderamente el hermetismo de la lata, es decir, no existe ninguna posibilidad de entrada de oxígeno o de penetración de luz solar, por lo que se conserva mejor su aroma, color y sabor.
Nuevos Consumidores: El vino enlatado puede ser la puerta de entrada de una nueva generación, que no necesariamente busca ser tradicionalista, y está abierta a las nuevas experiencias.
Los cons de los vinos enlatados
Naturalmente, como todo producto, también tiene sus aspectos negativos:
El descorche: Descorchar un vino es uno de los placeres de todos los amantes de vino que se pierde con los vinos enlatados.
El ritual: destapar una botella de vino, dejarla respirar y contemplar en la copa su color y aroma es un acto de belleza y que nos llena de emoción, con los vinos enlatados esto pasa a segundo termino, lo queremos para es una bebida para el momento sin complicaciones.
Las botellas de vino son reutilizadas por muchas personas como elementos decorativos, floreros o cualquier otra cosa, lo cierto es que generalmente se les encuentra una segunda utilidad, cosa que no sucede con una lata pues se desecha inmediatamente.
Elegancia: Para un servicio es más presentable una copa de vino que una lata.
Así que como has podido notarlo a lo largo del artículo los cons del vino enlatado son más tradicionales, así que si eres de los que encuentra en el vino un espacio para deleitar el paladar con un ritual, probablemente sigas eligiendo los vinos embotellados.
Podemos concluir que el vino enlatado nunca reemplazará al vino embotellado, pero esto no significa que nadie tiene que elegir un lado en la película. Sin duda, existe espacio en el mercado para ambos para coexistir y, de hecho, las latas podrían tener un efecto positivo en toda la industria atrayendo a nuevos consumidores. ¡Atrévete a romper paradigmas!
martha@enologist.mx
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